Inventando en Cuba asere




            'El trópico es un buen lugar para visitarlo una semana y deleitarse con su luz en hoteles y playas idílicas. Pero para conocerlo y sentirlo, es preciso bajar hasta el piso y mezclarte. No resulta tan agradable, pero sí bastante más aleccionador’.


Estas palabras son de Jorge Moreta en su libro Cuba más allá de Fidel. Para mí, mezclarse y bajar hasta el piso es lo que me gusta del viajar, no solo por ser más aleccionador sino por ser más acogedor, más real.


            Me planteo ¿Qué es ser una turista? ¿O una viajera? ¿Somos conscientes del impacto que generamos cuando asumimos esos roles? Más allá de los recursos que usamos de ese lugar; el plástico que tiramos (se puede reducir si uno es consciente), la economía, la cultura, la manera de relacionarse con los locales… Al oeste de Cuba, en Viñales, pueblito totalmente entregado al turismo, tuve la siguiente conversación:


 - ¿Dónde quedó el pueblo original? Antes del turismo vaya…
 - Ya no existe ese.
 - ¿Y no os molesta? El pueblo ya no es solo para su gente, ya no existe el comer a precio de moneda nacional…
 - No, ¿Por qué? Gracias al turismo yo y muchos más tenemos trabajo, ¿A qué nos dedicaríamos si no fuera así? Además, puedo conocer gente de otras culturas y aprender de ellas.

Parece una reflexión fácil de hacer, pero a veces no puedo evitar, pero fijarme en tan solo lo negativo que aporta el turismo, aunque no esté yo exenta de culpa.




       Se dice que los cubanos inventan mucho, que hacen negocio cualquier cosa; lo arreglan todo, sacan comisiones hasta de intercambios impalpables, te cuentan las historias que quieren… y no digo que esté mal, ni que eso sea un atributo negativo, porque… ¿Qué haría yo si me hubiera criado aquí? Sin la certeza a veces de lo que podría comer al día siguiente.

Lo que se me plantea es; ¿Hasta qué punto afecta el turismo a la manera de ser de los cubanos locales? No es la primera vez que me encuentro con esta pregunta… Dime: ¿Tú qué piensas?


 Las playas turísticas están limpias, las otras no.


 Los turistas (y el gobierno) puede comer carne de res, el resto no.


 Las carreteras que llevan a los resorts están en buen estado, el resto no.


 Cerca de los puntos más turísticos puedes encontrar agua embotellada, en el resto mejor pasarse al ron.


 Para encontrar más diferencias te animo a que me acompañes :)

Por último, después de leer y escuchar mucho sobre esta isla tan misteriosa, una aprende que a Cuba no solo la limitan otros paises de forma económica, sinó que a los escritores también les exigen, por ejemplo, exagerar sobre la corrupción y la ineficacia laboral, negar el impacto del bloqueo económico de EUA sobre Cuba... y un largo etc.
Así, el libro que he citado lo incluiría en este conjunto de libros que 'tienen que pasar por el aro'... Del que voy a hablarte bien es del siguiente: Cuba, l'illa prohibida - Tres viatges a un infern que potser no existeix (Xavier Vizcaíno).


Espero sus opiniones, feliz, desde algún parque con wifi :)




Comentarios

  1. Qui pugues estar aquí un altre cop!!!!! A sigut una experiencia meravellosa puguer compartir amb tú aquest dies, gràcies estimada filla

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